RESONANCIAS EMOCIONALES DE UNA MADRE EDUCADORA Y PSICOMOTRICISTA.

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La Práctica Psicomotriz Aucouturier , con sus aportaciones teóricas de autores como Wallon, Winnicot, Freud , Reich , Ajuriaguerra ...,  nos habla de la importancia de los primeros años de vida del/a  niño/a y  del necesario ajuste  entre madre-hijo/a para proporcionar a éste/a una seguridad que favorezca su  adecuado desarrollo.  


Podemos hablar de la significancia  del  ajuste  tónico-emocional, de la envoltura maternante protectora, de la interacción madre-hijo/a   que nutre a nivel físico y emocional, de una  madre suficientemente buena ... Podemos considerar la importancia de las respuestas  contingentes de la madre  a su bebé , desde una actitud de escucha y  transformación recíproca a nivel corporal y emocional. Podemos resaltar la conveniencia de una  atención que lleve ímplicitos  un  ritmo, una sincronía, una continuidad , un sostén corporal ....

Desde este ajuste,  se podrá  ir conformando en el/la niño/a  una seguridad afectiva que permita la aparición de las primeras huellas "mnésicas" de placer  a partir de las cuales , el/la niño/a irá desarrollando imágenes mentales para  en el futuro llegar  a la  representación, pasar de la fusión a la diferenciación, de la dependencia a la autonomía, crear su identidad....


ver detallesPodemos hablar de que la relevancia del diálogo madre-hijo/a  tiene lugar incluso   a nivel prenatal, de forma que  entre la madre embarazada y el feto se dan una serie de transformaciones físicas que afectarán al estado emocional con el que nacerá el neonato. De hecho, algunos autores , hablan  , de que,    el TEMPERAMENTO con el que nace cada niño/a tiene que ver  en parte con su carga genética pero también, en gran parte, con el tipo de intercambios que se producen en el vientre materno, intercambios de tipo orgánico que pueden estar condicionados por el estado  y estilo emocional de la madre.


Podemos, incluso, "demostrar" estas ideas con  resultados de  investigaciones de la disciplina de la  neurociencia , que nos dicen , por ejemplo, que en la primera infancia  la falta de una seguridad afectiva afecta de manera negativa al desarrollo y mantenimiento de determinadas sinapsis y conexiones neuronales. Por ejemplo, una investigación realizada en la Universidad de Minnesota  por un neurocientífico llamado Gunnar   demostró que los niños que han sufrido carencias en el cuidado emocional por parte de sus cuidadores suelen tener afectadas las llamadas funciones mediadoras del cerebro , como la empatía y los reguladores del vínculo y el afecto. Incluso algunos podían tener dificultades importantes en el desempeño cognitivo. También se ha relacionado la experiencia de estres en el desarrollo inicial con una posterior hiperactividad cerebral persistente y mayor posibilidad de  padecer depresión en la vida adulta. 


Las personas que practicamos la psicomotricidad desde la línea relacional ,  creemos en estas ideas y vemos el reflejo de las mismas en nuestro trabajo en la sala de psicomotricidad y en nuestro día a día como educadores/as, piscológos/as , pedagogos/as ... Muchas psicomotricistas que somos además madres , lo vemos y asumimos  también en nuestro rol materno.


Y , desde ahí, muchas de nosotras sentimos  la gran  responsabilidad que el papel de madre lleva implícito en relación al bienestar de nuestros hijos/as. Esta responsabilidad la sentimos con gratitud , pero también como algo que , en determinadas circunstancias de mayor vulnerabilidad , nos puede "pesar". 

A lo largo del tiempo, después de intercambiar impresiones con diferentes mujeres y hombres de la profesión  , tras acudir a diferentes Jornadas y Encuentros, después de leer a diferentes autores y enfoques complementarios a la PPA , hay una serie de ideas que pueden ayudarnos a sentir que la responsabilidad del bienestar del bebé va más allá del diálogo tónico -emocional que se pueda producir entre madre e hijo. Me explico.  


Para empezar , para que una madre pueda cuidar adecuadamente a su hijo/a , necesita sentirse más o menos bien. Y para ello , necesita cuidarse a sí misma y para autocuidarse , debe haberse sentido y sentirse cuidada por su entorno . De esta  forma , la responsabilidad  de la crianza se amplía, por ejemplo,  a la presencia "efectiva y afectiva " del tercero , a contar con una red de apoyo social, a tener la posibilidad de acogerse a  medidas "reales"   de conciliación laboral y familiar (y no a  los parches actuales), a poseer  espacios para poder abordar su rol, dudas e inseguridades  como madre , como mujer ,como individuo  ...
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Jorge Barudy , una persona que ha estudiado  el bienestar de la infancia desde una perspectiva global, apunta a que éste depende no sólo de  las competencias parentomarentales (que , por supuesto, se convierten en el factor crítico) , sino también  de otros factores del entorno ( valores  y modelos sociales, agentes educativos y de apoyo , redes sociales , ...) Factores que,  en algunos casos,  pueden ser potenciadores   de un apropiado proceso madurativo  de los/as menores y,  en otros casos,  desfavorecedores. Es decir, que el hecho de que la madre, como primera agente de la crianza,  esté "disponible" para interactuar de forma ajustada con su hijo/a , es responsabilidad de toda la tribu.   

Desde este enfoque, cabe hablar también  de la resiliencia, concepto que implica para padres/madres, educadores/as , psicológos/as  ... una esperanza . Porque por muy "mal cuidado"  que haya estado un bebé siempre queda la posibilidad de que éste, por su carácter , por su entorno, por  las personas que se encuentre  por el camino y con las que pueda establecer una interacción emocional efectiva ,  salga adelante.  Yo puedo decir que  he conocido en mi trabajo niños/as resilientes , capaces de evocar sonrisas y risas ,capaces de crear , capaces de relacionarse , capaces de disfrutar ...  incluso  después de vivir situaciones muy traumáticas. 

En fin, para acabar con esta reflexión de madre educadora y psicomotricista , me quedo con dos ideas : 



  • El concepto de "madre suficientemente buena"   de Winnicott, que , personalmente , me ha "salvado" a nivel emocional en numerosas ocasiones  en mi tarea diaria  de crianza.  Una madre que no quiere ser perfecta, que conoce sus limitaciones , que está disponible para responder a su hijo/a , pero sin negar su identidad y sus necesidades propias. 
  • Unas palabras de Bernard Aucouturier en las I Jornadas Nacionales de Práctica Psicomotriz PEI-EIP  2011.  Abordaba el tema de la importancia del ajuste y la transformación recíproca entre  madre- hijo/a   y acabó el discurso  haciendo mención a que esto es así, pero hoy en día los padres , las madres no lo tienen nada fácil para estar disponibles y centrados en ello.  Confieso que al oír estas palabras respiré .
Si a alguien le apetece  reflexionar más sobre este tema , podéis echar un vistazo a la bibliografía de Bernard Aucouturier, Winnicott, Mariela Michelena, Jorge Barudy , Boris Cyrulnik, Yolanda González, Laura Gutman , Evânia Reichert ...  



Begoña Ruiz . Educadora , psicóloga y psicomotricista . (y madre de un niño de 2 años)